En la década de 1970, el Perú, entusiasmado por su gran riqueza pesquera, que lo había llevado a constituir una enorme flota y ser la primera potencia mundial, se excedió en la captura y puso en grave riesgo la supervivencia de su principal especie, la anchoveta.
Para no recaer en esa peligrosa situación, y poder aprovechar de modo racional el generoso recurso que le brinda su amplio mar, estableció vedas periódicas, que desde entonces se cumplen escrupulosamente.
Sin embargo, dado que nunca faltan quienes intentan burlar las disposiciones, también apela a otras formas de control. Una de ellas está dada por el Sistema de Seguimiento Satelital (SISESAT), que depende del Ministerio de la Producción y emplea la tecnología de estos extraordinarios artefactos que orbitan nuestro planeta.
Supervisa el centro de control, la actividad de las Mil-200 millas de nuestros trabajadores, a la prevención y en períodos de restricción o prohibición, y verificar que actúan según lo establecido en la legislación sectorial. Ellos están obligados a emitir información directa de localización por satélite cada 30 minutos, y el retraso en la información 10, por lo Sisesat puede determinar con precisión sus acciones.
Gracias a la alta tecnología, que completó con éxito por la acción simultánea de la patrulla y el protector de la Armada, en nuestro país para lograr el doble objetivo de seguir siendo un importante productor y responsable, aparece en la parte superior de la clasificación mundial, pero preservando su riqueza correctamente.
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